¿COMO LLEGÓ EL OLIVO A NUESTRAS VIDAS?…

El origen del olivo dio lugar a uno de los mitos griegos más interesantes y, tal vez, uno de los menos conocidos: La disputa entre Palas Atenea (diosa de la sabiduría) y Poseidón (dios del mar y de los océanos).

Según la mitología griega, cada una de las polis contaba con el favor de un dios que protegía la ciudad de todo mal; a cambio, se convertía en la deidad principal y recibía una mayor adoración por parte de los ciudadanos.

Pues bien, cuenta la leyenda que tras fundarse  la polis Ática,  Cecrops, el nuevo monarca, no sabiendo a que dios escoger,  pidió al Olimpo un protector para su ciudad.  Se ofrecieron dos candidatos, Atenea y Poseidón, dos de los dioses más poderosos.  Ambos dioses no se ponían de acuerdo, ya que ninguno quería ceder en la lucha por la posesión de Ática.

Finalmente, para poner fin al enfrentamiento, se decidió que aquel cuyo regalo gustase más al pueblo sería el ganador. Para ello, Poseidón hizo brotar con su tridente un pozo de agua potable de una de las rocas situadas en la cima de la montaña donde se encontraba la Acrópolis. Aunque pueda parecer un regalo absurdo no lo era, en absoluto.

La Acrópolis, donde se encontraban los templos construidos para los dioses,

era el lugar de refugió de los ciudadanos más seguro de toda la polis para protegerse de las inundaciones o durante las batallas. Por tanto, la existencia de un pozo permitiría al pueblo subsistir durante años, sin ni siquiera salir del recinto sagrado.

A los habitantes de Ática les gustó mucho la ofrenda de Poseidón, pero todavía faltaba el regalo de Atenea. La diosa, golpeo el suelo con la lanza haciendo crecer un olivo, símbolo de la paz, en el mismo sitio en el que Poseidón había hecho surgir el pozo de agua. Atenea fue proclamada ganadora de la contienda, y el pueblo se encomendó a ella.

Es por ello, que la ciudad de Ática, como muestra de su gratitud hacia su nueva protectora, pasó a llamarse Atenas.

Se dice que Poseidón, furioso por la derrota, envío un tsunami a la ciudad de Atenas. Finalmente Zeus intervino para que se reconciliase de nuevo con los atenienses.

¿POR QUÉ LOS ATENIENSES ESCOGIERON A ATENEA Y NO A POSEIDÓN?

El regalo que Palas Atenea hizo a los atenienses, no sólo tenía una finalidad alimentaría. Con la madera del tronco del olivo tenían fuego, con sus frutos aceite; y aquí viene lo más importante, los griegos supieron darse cuenta de que el aceite podía usarse para la cosmética. Nuestra piel lo absorbe rápidamente debido a la capa lipídica existente en ella. Es más, también sirve como lubricante, que más tarde emplearían en las batallas para zafarse con más facilidad del enemigo. Fue gracias a este producto que surgieron los candiles.

Ante todas estas utilidades que tenía el aceite, los atenienses consideraron mucho más útil el regalo de Atenea que el de Poseidón.